Solo la mitad de los países que cerraron escuelas lanzaron herramientas educativas
A nivel mundial, casi 1.600 millones de estudiantes en 188 países no están yendo a la escuela con motivo de la pandemia de coronavirus. Solo 96 países, entre ellos la Argentina, generaron soluciones educativas para continuar el proceso de enseñanza y aprendizaje
De los 188 países que cerraron las escuelas a nivel nacional para hacer frente a la pandemia de coronavirus, solo 96 han implementado alguna solución educativa, como portales online, sistemas de aprendizaje en línea o transmisiones educativas por radio y televisión.
Los datos surgen del informe “COVID-19: ¿Qué hicieron los países para continuar con la educación a distancia?", del Observatorio Argentinos por la Educación, con autoría de Alejandro Artopoulos, director de Investigación y Desarrollo del Centro de Innovación Pedagógica de la Universidad de San Andrés. El documento describe algunas de las soluciones educativas generadas por los países para continuar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Según la Unesco, hay casi 1.600 millones de alumnos afectados por los cierres de escuelas, lo que representa el 91,3% del total de estudiantes a nivel global. En Argentina hay 14,2 millones de estudiantes que no tienen clases presenciales desde el lunes 16 de marzo. La mayoría de los países latinoamericanos han cerrado las escuelas, con excepción de Nicaragua.
“La nueva situación nos lleva a nuevos desafíos: transitar la pandemia manteniendo clases sin sobrecargar a los diferentes actores; tratar de establecer un vínculo pedagógico de manera remota y estar atentos a lo que sucede alrededor en este contexto”, plantea Alejandro Artopoulos. Y añade: “Hay que estar atentos a dar respuesta sensible, contener, y preparar a los estudiantes para aprender en este mundo incierto que se abre con la pandemia. La continuidad educativa debe transitarse en el marco de la equidad en el acceso a la educación”.
El informe distingue tres tipos de soluciones educativas online: sistemas LMS o Learning Management Systems (como Moodle, Classroom y Blackboard), plataformas (por ejemplo, las que permiten enseñanza sincrónica como Zoom, Google Meet y Skype) y portales educativos.
Esta tercera opción fue la elegida por la mayoría de los países latinoamericanos, entre ellos Argentina. El Ministerio de Educación de la Nación lanzó el portal Seguimos Educando (https://www.educ.ar/recursos/150936/seguimos-educando), que ofrece material educativo organizado por nivel (inicial, primario y secundario), así como recursos específicos para la educación secundaria técnica, educación especial y formación docente. También se incluye una sección con orientaciones para los docentes sobre cómo facilitar la continuidad del ciclo lectivo y sugerencias para la prevención del coronavirus.
Además, el Ministerio nacional presentó la Biblioteca Digital (https://www.argentina.gob.ar/educacion/biblioteca-digital), que cuenta con más de 100 libros clásicos gratuitos, mientras que la TV Pública transmite contenidos para el nivel inicial y el nivel primario.
“Es natural y previsible que las respuestas estén focalizadas principalmente en la transmisión de contenidos, o en facilitar el acceso a la información por parte de los alumnos. Pero si las políticas emergentes solo consideran el acceso a los contenidos, estarán ayudando a amplificar las desigualdades educativas”, advierte Fabio Tarasow, coordinador académico del Proyecto Educación y Nuevas Tecnologías (PENT) de Flacso.
Para Tarasow, es preciso ir más allá: “El trabajo que realizan los docentes supone acompañamiento, cuestionamiento, revisión, evaluación de proceso, construcción de habilidades en los alumnos. Y para lograrlo, es necesario pensar y construir las interacciones docente-alumno en el entorno en línea. Entonces también tenemos que asegurarnos de que los docentes y directivos puedan formarse y estar acompañados para repensar las formas de enseñar en un entorno en línea”.